Toda la información sobre la sostenibilidad financiera, por Grupo Promerica

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Actualmente, cada vez es más común que se escuche, se lea y se observen los avances del cambio climático.

Frente a esa realidad se ha pensado en algunas alternativas para un desarrollo económico que dé lugar a una mayor responsabilidad con relación a la preservación del planeta.

La sostenibilidad financiera es una de las luchas actuales para frenar la destrucción de los recursos naturales y al mismo tiempo cuidar tanto la economía como el bienestar de los individuos.

Grupo Promerica es un portal de noticias destinado a divulgar los temas más relevantes relacionados con los modos alternativos de seguir cuidando tanto el planeta como el futuro de los individuos.

En qué consiste la sostenibilidad financiera

La idea viene básicamente de un cambio en el paradigma de evolución y progreso global. Si antes se pensaba que la prosperidad era sinónimo de producción imparable, actualmente se ha podido averiguar cómo esa idea ha terminado poniendo en riesgo la totalidad de recursos del planeta.

La sostenibilidad financiera es el nuevo paradigma en el rumbo económico y social, una postura ética que varias empresas, organizaciones e incluso estados están tomando como un modo alternativo de pensar el futuro global. Eso se hace mediante el desarrollo de actividades reglamentadas por criterios no puramente financieros, sino también vinculados con distintos modos del progreso humano y principalmente con una preocupación con el medioambiente. Tales prácticas buscan resultados que permitan una suficiencia de productos y recursos, ya sean técnicos, ya sean humanos, tanto a medio como a largo plazo.

Las ventajas de las prácticas de sostenibilidad financiera

El cambio de paradigma actual busca impulsar prácticas que sean benéficas a la totalidad del planeta, pensando en un futuro en el que tanto las personas como el medioambiente no tengan sus recursos agotados. Eso implica una serie de cambios como, por ejemplo, la reducción de las emisiones de carbono, la promoción de fuentes de energía renovables y la renovación de antiguas zonas verdes.

Con algunas pequeñas acciones, ya sea en un microespacio o bien en una gran zona empresarial, se puede promover un desarrollo económico en conjunto con un desarrollo humano, siempre pensando en la idea de un futuro sostenible. Tales prácticas como ofrecer créditos verdes, apostar por modelos de transporte sostenibles y poco contaminantes y trabajar activamente en el control de la calidad del agua que se consume son ejemplos de prácticas realmente efectivas para poder cambiar el planeta.

Actuar ahora es una de las únicas maneras de dar a las próximas generaciones la esperanza de un futuro sostenible, verde y, sobre todo, más agradable.

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